Domesticación
Adaptacion de Cachorros a su nuevo Hogar
La domesticación debe realizarse mediante un método preventivo. En otras palabras, tú piensas por tu cachorro, reduciendo así las posibilidades de "accidentes", dándole pocas oportunidades para que cometa errores.
- Un cachorro tiene una vejiga muy pequeñita, por lo que no pueden aguantarse como lo haría un perro adulto. Además, no tiene conciencia de dónde está bien ir al baño, y dónde no.
-Elige un lugar de tu patio o jardín para que haga ahí sus necesidades, siempre, o él irá por todos lados.
-Llévalo fuera justo luego de cualquier cambio de actividad: comer, dormir, jugar, masticar, etc., y felicítalo por hacer en el lugar correcto, y éntralo nuevamente a la casa. Acompáñalo siempre.
-Mantenlo confinado en un lugar "a prueba de cachorros" (una habitación pequeña, un cerco para bebés), o en un transporte, cuando no puedas prestarle el 100% de tu atención. Dale más libertades, a medida que demuestre que se las merece. Paciencia... este es un proceso que lleva varios meses.
-Algunos cachorritos aguantan toda la noche, pero la mayoría necesitan ir al menos una vez en la madrugada. Si no te levantas tú para llevarlos, no te enojes cuando encuentres sus charquitos.
-Todos los cachorros tienen tendencias destructivas, en parte porque tienen alto nivel de energía, y en parte porque están dentando y necesitan morder y masticar. ¡Jamás lo golpees! Sólo harás que el cachorro actúe en forma temerosa, no confíe en ti, y el día de mañana tenga graves problemas de conducta. Aprende cómo hacer que respete la palabra NO, y a redirigir sus conductas.
-Ejercítalo a diario para que queme energías. Si no las quema en el parque, ¡las quemará en tu casa, con tus muebles, ropa, zapatos, etc.!
-Nunca lo reprendas por algo que hizo antes: él no lo comprenderá. Sólo si lo sorprendes en el acto de hacer alguna travesura, di con mucha autoridad: ¡No!
-Si lo refriegas contra su orina o su excremento, sólo causarás que se ponga muy ansioso cuando descubra su orina o excremento, pero no corregirás el problema. De hecho, puede que lo agraves, con consecuencias a veces impredecibles y muy indeseables, tal como el consumo de las propias heces.
-No te alteres ni te enojes porque él vuelve a portarse mal, o a morderte. ¡Mejor consíguele muchos juguetes para que se entretenga, felicítalo cuando juegue con ellos, e involúcrate en sus juegos!
-No descargues tus frustraciones en el cachorro. No pierdas la compostura. Ármate de paciencia.
-Y finalmente, si descubres que hizo algo indebido, el mejor método para corregirlo es enrollar un periódico, y golpearte a ti mismo en la cabeza, mientras repites una y otra vez "¡debí prestarle atención!"